lunes, 19 de noviembre de 2012

  Contaminación lumínica

¿Qué es la contaminación lumínica?  
                                  
Llamamos contaminación lumínica a la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, horarios o rangos espectrales innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en que se han instalado las luminarias.
Con frecuencia se asocia al brillo artificial del cielo nocturno.

Este brillo se debe a la mala calidad y orientación del alumbrado exterior, tanto público como privado. Es luz que no se aprovecha para iluminar el suelo, las calles y allí donde nos desenvolvemos, pues la enviamos por encima del horizonte y a las nubes.
Como resultado, la oscuridad natural de noche disminuye y desaparece progresivamente la luz de las estrellas y del resto de astros.

Las neblinas y el cielo turbio potencian el efecto hasta el extremo de crear una capa de color gris o naranja que toma la forma de una nube luminosa sobre las ciudades. La abundancia de partículas en suspensión aumenta la dispersión de la luz, de manera que, cuanto más contaminado está el aire de la ciudad, más intenso es el fenómeno. Si la luz dispersada proviene de luminarias con un amplio espectro de emisión el efecto es mucho peor, porque las radiaciones luminosas de los astros que tengan idéntica longitud de onda ya no pueden ser detectadas por los aparatos de observación y alteran de forma significativa el equilibrio presa-depredador de los animales de vida nocturna.
Consecuencias de la contaminación lumínica:
Deroche                                

La luz no aprovechada, que con frecuencia supera el 25 % llegando en algunos casos a superar el 50 % (farolas tipo globo), también tenemos que pagarla. Nos obliga a usar lámparas de mayor potencia ya que solo estamos utilizando una parte de la misma, perdiendose el resto innecesariamente. Este exceso de consumo que deben de suministrar las centrales electricas, supone un mayor gasto de combustible y, en consecuencia, una mayor emisión de gases contaminantes a la atmósfera, responsables entre otras cosas del efecto invernadero que está haciendo aumentar la temperatura media de nuestro planeta y de la lluvia ácida que destruye los bosques.

Deslumbramiento:

La luz que incide directamente desde la lámpara en nuestros ojos tiene una intensidad bastante superior a la que nos llega reflejada por el suelo y por los obstáculos que en él se presenten, haciendo que los veamos peor, ya que la abertura de las pupilas se ha cerrado hasta adaptarse a aquella mayor intensidad luminosa.
Este molesto deslumbramiento nos produce fatiga visual , reduce nuestra percepción y ,en consecuencia, aumenta el riesgo de accidentes de tráfico, es decir, reduce la seguridad vial.
También afecta negativamente a la vida nocturna de la fauna, en especial a ciertas aves (un caso muy conocido es el de las crias de pardela que en su primer vuelo se desorientan y se estrellan debido al deslumbramiento de las poblaciones, hiriendose y muriendo en muchas ocasiones).

Intromisión en la vida privada de las personas:
Al iluminar fachadas y ventanas con la luz no dirigida al suelo se producen bastantes moléstias y se facilita la indiscrección de los viandantes.
Dificulta y llega a impedir la visión del cielo estrellado: Esta es una consecuencia realmente lamentable para todos y muy especialmente para el astrónomo, ya que ese maravilloso espectáculo, fuente inagotable de conocimientos y de belleza, que indudablemente es la visión del resto del Universo del que formamos parte, se ha degradado de tal manera a causa de dicha contaminación, que hasta hemos ido perdiendo la costumbre de mirar al cielo por las noches, pués ha dejado de llamarnos la atención.

SOLUCIONES A LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA                                               


 CARACTERISTICAS Y USO DE LAS LUMINARIAS:

Los criterios a seguir en la elección de las luminarias, para conseguir una iluminación eficiente de exteriores, podemos resumirlos en estas tres normas básicas:

LA LÁMPARA NUNCA DEBERÁ SOBRESALIR DE LA BOCA DEL REFLECTOR

El haz de luz producido no debe extenderse fuera de la zona que necesitamos iluminar, ya que ésta es energía que se pierde, produciendo deslumbramiento, fatiga visual, etc.

EL CRISTAL DE CIERRE DEBE SER PLANO Y TRANSPARENTE  
                                                 

El cristal abombado o prismático dispersa la luz produciendo importantes pérdidas de energía y deslumbramiento

LA BOCA DEL REFLECTOR DEBE ORIENTARSE SIEMPRE HACIA EL SUELO, CON EL CRISTAL DE CIERRE EN POSICIÓN HORIZONTAL 

                                                                                           .

Cuando el centro de la zona a iluminar se encuentre desplazado de la vertical de la luminaria, se utilizará una con reflector asimétrico, que produce un haz inclinado manteniendo horizontal la boca del reflector.






Oruro no se queda atras podemos evitar este tipo de contaminacion...



 Sabias que... La contaminación sonora produce pérdida irreversible de la audición?

La pérdida de la audición provocada por la intensidad de ruidos a consecuencia de la contaminación acústica que sufren ciudades no sólo de países industrializados, sino también en países tercermundistas, entre los que se encuentra Bolivia y por ende Oruro, es prácticamente irreversible, principalmente por el impedimento de regeneración de las denominadas células ciliares, esta deficiencia se presenta cuando el sistema auditivo soporta más de 90 decibeles de forma continua.
 

Como cuando alguien trabaja en una computadora, el nivel producido es de 40 decibeles, como habíamos indicado en otra edición una conversación normal se encuentra 5, el trabajo en una oficina en 70, el ruido que provoca el carro basurero es de 75, el panorama se complica al interior de una fábrica que presenta 80 decibeles.

Entre tanto si hablamos de las irritantes bocinas de los coches que circulan por la ciudad, producen alarmantes 90 decibeles, ni que decir la bocina de alguna flota que o camión que ingresa al centro de la ciudad, pues el nivel incrementa en un 10 puntos, es decir 100 decibeles. Sin embargo las motocicletas sin silenciador sobrepasan los 115 decibeles.
Todos estos datos, nos muestran que nuestros delicados oídos sólo pueden soportar ciertos niveles máximos de ruido, pero el nivel que se acumula en algunas ciudades lamentablemente supera ese máximo, considerando que el umbral de dolor como señalan los médicos se encuentra en 120 decibeles.

Con este deprimente y preocupante panorama, resulta importante conocer cómo se comporta nuestro oído ante semejante caos sonoro, tomando en cuenta que la audición establece los procesos psico-fisiológicos que proporcionan al ser humano la capacidad de oír.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Oruro se prepara para recibir el carnaval, no dejes que se muestre una mala imagen de nuestra ciudad, ¡ayuda a limpiar las calles para mostrar nuestra verdadera imagen! como anfitriones del folklore.